Dos amigos de vuelta a casa

Tolerancia al malestar
¡Me cago en la ciencia!
Que tolere quién no comprenda
esto de vivir envuelta en mierda.

Deja de contemplarte día sí día también.
Niña cobarde y reprimida,
sal de tu cuento de hadas
que ha llegado la hora de crecer.


Mi cuento no es de hadas.
O es que ¿Cuándo acabó bien?
Mi cuento es de los románticos
que no pudieron perecer.
Es de precipicios
y de tener o no tener.

Por tener tienes hasta belleza
aunque no la quieras ver.
Por tener tienes fracasos
¡Acepta, coño, que eres una mujer!
Que no es tener, que es ser.
Y  todo lo que eres caducará
si no lo tratas bien.

De qué me hablas tú, niño mimado,
con dos casas y un chalé.
A mí me gusta la poesía para poder llegar a ser.
Porque todo queda más bonito
y a la gente le gusta parecer.


Mucha berborrea la tuya; Venga guapa, ¡Más hacer!
Si escribir queda bonito
es porque bonito no lo es.
Que siempre escribirás poesía
si no te atreves a ser.
Antes que tus palabras perfumadas
prefiero eau de retreté.

Lo dirás tú que eres hombre.
¡Qué sabrás de ser mujer!
Que peco por ser fea
Y peco también 
por ser la misma fea que no quiero ser. 




Lo que a ti te falla es la ese.
Esa que en escenarios nunca suena bien.
Mujer de palabras; dame tu palabra.
Dime que llegarás a ser.













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